Cualquier pieza elaborada en metal puede ser víctima del óxido, esto ocurre cuando la pieza está expuesta a condiciones climáticas húmedas, como la época de invierno ante la presencia de nieve, o cuando llueve. Muchas veces las piezas oxidadas pierden la capacidad de cumplir sus funciones, y cuando esto influye en la seguridad del hogar, es necesario corregir esta situación lo antes posible.

¿Qué son los pernos?

Los pernos son piezas de metal alargadas, de forma cilíndrica, cabeza redonda en un extremo y con una pieza que tiene la función de asegurarlo por el otro, se utiliza para sostener piezas, de esta manera forma parte de un dispositivo o un mecanismo, como el que sujeta las puertas que el cerrajero instala.

Las puertas utilizan bisagras, sin embargo la mayoría de estas utilizan pernos como elemento que une el marco y la puerta, debido a sus características, es un elemento complementario a la seguridad que aporta la cerradura, y permite una apertura de la puerta silenciosa y suave.

Este elemento requiere algunos cuidados para evitar su deterioro, por mantenerlos bien lubricados con aceite para máquinas común, aceite multiusos, mejor aún lubricantes consistentes, aparte de recibir un mantenimiento de manera regular, con una frecuencia promedio de 6 meses, es la mejor manera de evitar la acción del óxido, entre otros agentes que pueden deteriorar el sistema.

Cómo retirar los pernos oxidados sin riesgo de quebrarlos

Sin embargo, a veces por diferentes motivos, los propietarios se encuentran ante pernos oxidados, los cuales deben ser reemplazados con la ayuda de un buen cerrajero mataró lo antes posible, porque un perno en estas condiciones puede quebrarse en cualquier momento, debilitando su sistema de seguridad principal, que es la puerta perfectamente cerrada.

Para retirar pernos oxidados existe un método que no requiere el uso de la fuerza, lo primero es limpiar los residuos de óxido, puede ser con la ayuda de un cepillo pequeño, pero si el nivel de óxido del perno es ligero, sólo necesita limpiarlo con un paño o toalla seca.

En el mercado existen productos especiales para remover el óxido de las piezas metálicas, aplique abundante producto en el perno y golpee suavemente la cabeza del perno con ayuda de un destornillador o martillo, así el producto penetrará los surcos del perno.

Deje que el producto actúe por unos 5 minutos, e intente retirar el perno. En caso que aún esto no sea posible, repita la aplicación del producto y deje actuar por varias horas. En caso de que este procedimiento no haya sido efectivo, es momento de ubicar un removedor de óxido más potente, y repetir el procedimiento con este nuevo producto.

Reemplazo de pernos

Hacer la sustitución o reemplazo de pernos es un trabajo sencillo, porque se logra en pocos pasos, pero al mismo tiempo laborioso, porque el proceso puede tornarse un poco extenuante, todo va a depender de las condiciones de la puerta, y el nivel de deterioro que presenten los pernos que van a ser sustituidos.

El primer paso es sacar la puerta de los puntos de anclaje, después soltar los tornillos, retirar las pletinas que van a ser reemplazadas. Luego atornillar las nuevas pletinas que forman el perno, para finalizar instalando la puerta nuevamente.